miércoles, 9 de diciembre de 2015

Resultado de imagen de imagenes construccion de una vida



















EN CONSTRUCCIÓN


"Hola me llamo Ana, tengo 44 años y soy una aragonesa afincada en el Baix Empordà" 

Así rezaba el preámbulo de cada artículo allá por 2014 cuando empecé esta andadura bloggera. Muchas han sido pues las experiencias contadas en estos casi dos años que he estado con vosotros.

Como muy bien sabéis queridos míos (os llamo así porque ya formáis parte de mi vida y yo, quiero creer, que también formo parte de la vuestra), las cosas han cambiado bastante, así que a partir de ahora el encabezamiento debería rezar de la siguiente manera: "Hola, me llamo Ana, tengo 46 años y soy una aragonesa afincada en Calatayud (Zaragoza)".


Bueno, sea como fuere, he retornado a mi lugar de nacimiento. Como ya habréis leído en los artículos anteriores, decidí poner en manos de la "providencia" el hecho de quedarme en La Bisbal, donde a nivel laboral, parecía que todas las puertas, poco a poco, se me iban cerrando, o pedir traslado y volver a Calatayud, cosa que a mi la primera se me antojaba casi imposible.

Pues resulta que Dios en su infinita sabiduría parece que no pensaba igual que la mayoría de los mortales con los cuales hable, puesto que, todos ellos y yo incluida, nos sorprendimos enormemente al comprobar que el tan lejano traslado no lo era tanto. 
Ya estoy viviendo en Calatayud y a punto de tomar posesión en mi nuevo destino el día 1 de Diciembre.
Lo cual seguro que formará parte de los sucesivos artículos a partir de ahora.


Las reacciones de la gente al verme otra vez por las calles de Calatayud han sido de lo más dispares.

La mayoría ha decidido que he vuelto para estar cerca de mi madre y de mi tía (véase yayas porculeras), o que he estado esperando mucho tiempo para volver, cosa que por fin he conseguido, porque como en tu casa y en tu tierra no se está en ningún sitio. 

También son muchos los que piensan que Cataluña ahora no es el mejor sitio donde estar porque con eso de la independencia la cosa se va a poner muy fea y en casa estoy a salvo de esos catalanes independentistas a los que les falta un tornillo.

Cómo si por obra y gracia de Artur Mas, a la menor de cambio, Cataluña se hubiera llenado de gente indeseable con la cual es imposible vivir, o algo así. 

Esa, no ha sido ni mucho menos mi experiencia.
Estoy muy satisfecha del tiempo que he pasado en La Bisbal. A mí me ha servido de mucho y agradezco a "esos catalanes facinerosos" lo bien que me han acogido todos estos años.

Estoy lejos de sentirme catalana, pues no lo soy, pero me alegro un montón de poder tener una opinión propia de cómo es Cataluña y cómo son los catalanes, sin que me influya todo lo que se dice en televisión.

El otro día fui a ver "Ocho apelllidos catalanes" porque tenía morriña y todo fijate.


Sea cual sea la reacción es curioso que muy poco gente, o casi nadie, para ser más exacta, me ha preguntado porque he decidido volver.

Simplemente los observo.

Y los observo además con curiosidad porque me interesa sobremanera descubrir la razón por la que creen todos tener la piedra filosofal que explica mi regreso. Cada persona con la que me cruzo por la calle se monta una película diferente y no tienen ningún interés en escuchar razón alguna que yo pueda decirles para explicar este retorno.


Sólo les interesa lo que piensan ellos, es curioso.

En estos días también me he topado con gratas sorpresas: con amigos con los que había perdido el contacto hace ya tiempo. Porque la distancia marca a veces más de lo que llegas a pensar.

Uno de estos amigos me preguntó  ¿te ha dado pena venirte? y le contesté con toda sinceridad, "la verdad es que si. He dejado allí mucha gente a la que quiero, mi casa, un entorno que ya era más familiar y cotidiano que este porque, quieras o no, doce años son mucho tiempo". Y, para mi sorpresa, me dio una lección que yo no había tenido en cuenta; me dijo "ahora recuperarás a los amigos que dejaste aquí".

Si, es verdad. Aquí también dejé mucha gente, que durante este tiempo, me ha echado de menos. Y no veo mejor momento para volver a retomar su amistad y su compañía. Poco a poco.


Veo este Calatayud con ojos diferentes. Las antiguas sensaciones de agobio que me producían los chismes de la gente ahora me divierten sobremanera.

Como este blog no es visual no podéis ver el "look" que llevo pero os lo cuento en dos palabras SUMAMENTE ESCANDALOSO. Un pelo muy corto, teñido de varios colores entre los cuales figura, por ejemplo, el morado y el naranja, con la parte de delante más larga que ato con una coleta. 

Uyyyy, lo que me han "admirado" todas las amigas de las yayas porculeras. 

Y lo que me divierto yo con ello. A algunos les digo que me había apuntado a un curso de submarinismo y me teñí así el pelo porque no había bastantes salvavidas, a otros que esto es por un bien social porque así los yayos que me miran y critican, ese día ya se han entretenido en algo y no tienen que ir al médico.

En ese aspecto me lo estoy pasando "pipa".

Bueno, aún me queda algo importante que es: aterrizar en mi nuevo puesto de trabajo.
Estoy algo nerviosa porque es un comienzo nuevo, en un sitio distinto y con compañeros distintos y, aunque me veo capaz de salir airosa de la situación, tengo los nervios propios del primer día de colegio. Pero todo esto, queridos míos, ya será harina de otro costal. Y ya os lo iré contando puntualmente conforme vaya sucediendo.

Pst: Estoy escribiendo estas líneas desde la biblioteca municipal. Me ha sorprendido gratamente tanto lo genial de las instalaciones como la amable bienvenido del personal. Un usurio me ha ayudado con la Wifi nada más llegar.

jueves, 1 de octubre de 2015






A MEDIO CAMINO


Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.


A mí estos días me pasa como a Santa Teresa de la Cruz lo confieso. Mi impaciencia me marca un ritmo que nada tiene que ver con la realidad. Ni estoy en La Bisbal ni  en Calatayud, si por mí fuera ya estaría allí hace mucho tiempo porque total ¿ qué hago aquí ya? Nada.
 Me voy a mi nuevo destino y ya para que esperar más. Pues para que todo siga el curso que tiene que seguir. IMPACIENCIA CERO.

Uy!! que difícil se me antoja esta nueva etapa de mi vida.

Esta clara la lección que tengo que aprender de esto. Que las cosas pasan cuando tienen que pasar ni antes ni después. 

Y lo mejor que puedo hacer es disfrutar de cada momento que me queda aquí y del proceso en sí.

Si me paro a pensar, la realidad es que merece la pena disfrutar de cada instante de los que me quedan aquí porque, bien es verdad, que cuando ya no esté lo voy, y les voy, a echar mucho de menos.

De lo que no me cabe la menor duda es que esta etapa vivida en La Bisbal ha sido una, sino la más, importante de mi vida. Aquí he logrado transformar mi vida de una manera impresionante. 

No me canso de contar que, cuando llegué aquí era una niña pequeña (de 34 años no obstante) cuyo único anhelo consistía en sentirse querida. La presión de un cambio tan grande, pues era la primera vez que salía de casa de mis padres, y me enfrentaba sola al mundo real, me pudo en varias ocasiones.

La Bisbal ha sido la cara y la cruz de mi vida en muchos aspectos.

 En el terreno emocional lo pase fatal, puesto que un paso tan grande (de niña a adulta) en tan poco tiempo puede llegar a ser muy duro. Terca como soy además, como buena aragonesa, empeñe alma, corazón y tripas en salir adelante y, con mucha terapía y ayuda lo conseguí. Bueno,  no solo lo conseguí sino que ahora, orgullosa por supuesto de mi propio proceso personal, soy yo quien alienta a salir adelante a otras personas. 
Sinceramente creo que mi experiencia les puede servir de ayuda y de aquí nace este blog.

En cuanto al terreno profesional tampoco fue un camino de rosas. Recordaba aquellos tiempos con una de mis mejores amigas mientras comíamos juntas el otro día,  y ambas coincidimos en que, al principio me lo hicieron pasar bastante mal, pero luego todo se arregló y, desde entonces he podido disfrutar de mi trabajo y de todos mis compañeros cada día.

De hecho es aquí, en mi trabajo, donde más amigas y amigos dejo. Como no quiero que nadie se sienta ofendido no correré el riesgo de nombrar a nadie por si me dejo a alguien olvidado por el camino. TODOS y TODAS estas personas (las que se fueron y las que se quedan) han sido importantes en mi vida.
 Algunas lecciones las he tenido que aprender a base de decepciones y "puñaladas traperas" pero merece la pena pasar un trago amargo si la inmensa mayoría son mieles y, en mi caso, así ha sido.

En el terreno más personal, me quedaría muy corta al intentar describir todo lo que he llorado, sufrido, reído, amado y, por supuesto, disfrutado aquí. A mí ( si a mí)  se me quedan cortas las palabras.

Creo firmemente que la manera correcta de acabar una etapa es agradeciendo todo lo que has aprendido de ella. 

Así que, sin más preámbulos, MUCHISIMAS GRACIAS A TODOS Y TODAS. 

Nunca olvidaré lo bueno que he vivido y experimentado aquí porque de lo no tan bueno hace mucho tiempo que decidí desconectarme.

Aunque un trozo de mi corazón se quedará aquí para siempre, el que se viene conmigo sigue teniendo muchísimos proyectos e ilusiones, de los cuales ya iremos hablando poco a poco.

Os dejo, queridos lectores, por un corto tiempo que me es sumamente imprescindible para recolocar mi vida en mi nueva andadura. Os dejo, sin embargo, con la promesa de que no me olvido de vosotros y de que pronto nos volveremos a encontrar con nuevas experiencias.

Lo dicho REITERO LAS GRACIAS. Y un HASTA LUEGO.



lunes, 31 de agosto de 2015






                     

                     DESTINO                              


HAY VECES QUE EL DESTINO
SE VUELCA AL TORRENTE DE LA VIDA
DESVIANDO SU RUMBO NAVEGABLE
Y NOS HIERE ...
Y NOS ACARICIA ...
Y NOS VUELVE A BESAR ...
TRANSPORTANDO LA TEORÍA MÁS SAGRADA
A LA PRÁCTICA MÁS EMPÍRICA Y SUPERFICIAL.

LA VIDA ES UN AXIOMA DEMOSTRABLE
UNA SECUENCIA DE ACTOS REPETIDOS
UNA UTOPÍA DE NUESTRA REALIDAD
DONDE DEMOSTRAMOS QUE VIVIMOS
EN LOS GOLPES COTIDIANOS DEL AZAR.



"El hombre propone y Dios dispone" o "Somos los únicos seres en el Universo que tienen Libre Albedrío" son dos frases que, al principio, parecen del todo contradictorias. Y ¿no lo son?

Porque a ver, si tenemos libre albedrío, es decir, que nosotros elegimos por que camino va a ir nuestra vida sin que los Seres de Luz que nos acompañan puedan intervenir sin nuestro permiso, ¿qué significa el destino en nuestras vidas? Y, por otra parte, si todo lo que ocurre en nuestra vida tiene como fin el que lo que hemos venido a experimentar en esta estancia en la Tierra pueda llevarse a cabo, y logremos completar todo aquello que tenemos que hacer aquí ¿dónde está el libre albedrío? si todo está ya escrito,(predestinado).

Al principio parece algo complicado que las dos cosas, destino y libre albedrío, se puedan dar simultáneamente.

Yo creo que la solución es sencilla. Para mí SI que existe el destino: como ese plan preconcebido que debe realizarse en esta vida terrenal y cuyo fin no es otro que nuestra evolución en el orden natural del Universo. Venimos a la Tierra a experimentar, a encontrar el camino que nos lleve a sanar el Kharma. 

Pero nadie nos dice cuando ni como hacerlo. En eso consiste el libre albedrío: en elegir el como y el cuando  quiero aprender todo aquello que he venido a aprender a esta vida terrenal.

También puedo elegir si lo hago sola o acompañada, con ayuda de todos los Seres de Luz que me acompañan o no, desde el principio de mi encarnación y al final, etc ... Esto es para mí el libre albedrío.


Siempre me explico mejor llevando la teoría a un ejemplo concreto:

Los amables lectores de estas humildes reflexiones ya saben que nací en Calatayud (Zaragoza) pero que llevo residiendo algo más de 11 años en La Bisbal d'Empordà (Girona). 

Bueno pues en estos 11 años he querido cambiar mis condiciones de vida en varias ocasiones y, curiosamente, los de allá arriba, nunca me lo han permitido. 

A los 2 años de llegar pedí traslado y no se me concedió. Ahora, viendo las cosas con perspectiva, tengo claro que si entonces me hubiera ido todo este trabajo emocional o espiritual, como queramos llamarlo, que he hecho aquí nunca hubiera tenido lugar. Hubiera vuelto a casa sin haber podido curar ni aprender nada, en fín,  que mi vida se hubiera limitado a dar vueltas a lo mismo como un hamster en una jaula.
 Dios o el destino me tenía reservada una realidad bien distinta y para eso tenía que quedarme en La Bisbal.
Era el lugar idóneo, al alcance de un montón de terapias emocionales y de terapeutas y amigos que han conseguido, a lo largo de los años, que el lugar de esa niña asustada que llegó aquí hace tanto tiempo lo ocupe la mujer decidida, valiente, luchadora, noble y amiga de sus amigos que soy ahora.

En este tiempo intenté ascender laboralmente porque creí que ya había dado con mi sitio en este mundo y que La Bisbal era mi hogar, y tampoco se me concedió.

Por lo cual, y asesorada por un "angel" (transmutado en el  cuerpo de una gallega) que trabajaba a mi lado hace un año,  decidí pedir traslado a Calatayud. Todo el mundo con el que hablaba me lo pintaba como casi imposible que me concedieran el traslado. "Hay mucha gente que quiere volver a Aragón, seguramente ha de pasar un poco más de tiempo hasta que lo consigas, fulanita tardó x años, etc..." Pero el hombre propone y Dios dispone. ¿ Sabeís que? Pues si, es casi casi seguro que me voy a Calatayud en contra de todo pronóstico. Las listas provisionales publicadas en la web del Ministerio de Justicia así lo han revelado.

¿Y esto que significa? EL DESTINO.  Creo, que lo que vine a hacer aquí ya está terminado y ahora me toca emprender el trabajo en otro sitio. No tengo ni la más remota idea de lo que me espera allí y, sinceramente tampoco me importa, a estas alturas de mi vida me he demostrado con creces que me puedo enfrentar a lo que me echen. También estoy segura que TODO forma parte de un plan que ha sido diseñado meticulosamente por y para mi bien y por eso no tengo miedo a empezar esta nueva etapa.

Debo ser sincera con todos vosotros: tengo sentimientos encontrados porque voy a dejar a una gran parte de mi gente aquí y les quiero con locura. 

El otro día cuando anuncie en el trabajo que seguramente me iba el clamor general se resumió en una palabra: NO.
A la mayor parte de mis compañeros les da muchísima pena perderme de vista. Noté como se encogía su corazón casi al mismo tiempo que se encogía el mío. La emoción que viví fue indescriptible. Podía sentir la emoción de esa niña pequeña, que vive en mi interior, a la que su madre decía que por ser tan mala nadie la iba a querer nunca y, que en cambio,la realidad es que es capaz de emocionar con su posible partida a todas las personas con las que trabaja y convive a diario.

Y hablando de mi madre. También lo he pensado no creaís. Ahora me tocará convivir a diario con las yayas porculeras. Pero de esto ya os iré contando ya.

Bueno pues como suelo decir yo: eso es todo en Falcon Crest. Dejemos que el DESTINO nos lleve donde nos tenga que llevar. 

Espero seguir contando con vuestra presencia en esta etapa de mi vida que pronto comenzaré, si Dios  y el Ministerio de Justicia no lo impiden. Un abrazo y gracias, una vez más.










martes, 4 de agosto de 2015




PALABRAS



El ser humano se divide en dos partes muy bien diferenciadas: el alma o parte espiritual y la mente o parte física.

La metafísica habla del "Cristo Interno" cuando se refiere al alma, llamando a la misma  "el lugar donde habita el Cristo dentro de mí" y explicando específicamente que existe una cápsula dentro del corazón que sirve de morada a este Cristo,  que no es otra cosa que la manifestación de nuestra divinidad. Por eso hablamos de que los seres humanos gozamos de una doble conexión: una parte humana y otra divina englobadas en una misma persona.

El doctor Bach hablaba de "el alma y la personalidad", y de lo importante que es el equilibrio entre ambas puesto que, si existe un desequilibrio este da origen a la enfermedad. 

En cualquiera de los casos, todos estamos de acuerdo, en que la mayoría de las veces, nos debatimos en la vida entre lo que nos dice el corazón y lo que predica la razón. Y muy pocas veces suelen coincidir pero cuando lo hacen nuestra vida se transforma en tranquilidad, paz, armonía y desarrollo.

La principal característica del alma es que siente y expresa estos sentimientos mediante emociones. Y la principal característica, por otro lado, de la mente es que piensa (o procesa los pensamientos) y los expresa mediante palabras.

Y aquí esta el meollo de la cuestión: esas palabras.


Al ser, en parte divinos, creamos ( a imagen y semejanza de nuestro Creador dice la metafísica) y ¿cómo creamos? proyectando nuestras creencias, y estas a su vez conforman nuestra realidad.

Pondré un ejemplo: si a mí toda la vida me han dicho que si llevo descordados los zapatos terminaré por caerme al suelo, cada vez que miro y veo los cordones sueltos acabo cayéndome pero no porque sea irremediable que lo haga (pues existe un 50 por ciento de probabilidades de que no me caiga) sino porque creo a pie juntillas (ya que siempre lo he oído) que me voy a caer.

Y yendo más allá se puede decir, que cuando expreso con palabras esas creencias también estoy dándole más fuerza a las mismas y así contribuyo a que se hagan realidad.

Nuestra mente no distingue si las cosas que decimos van en serio o en broma. Es decir, que cuando digo: "Mira que estoy tonta" la mente ejecuta este mandato sin preguntarse nada más, volviéndome más tonta cada instante.

Por eso, una de las primeras cosas que tendríamos que hacer al plantearnos de que manera podemos cambiar nuestra vida, o ya no tanto, sólo cambiar una determinada situación es pararnos a pensar como hablamos de ella.

Bueno ahora pondré un ejemplo para que esto no se haga muy empalagoso.

Los primeros días de mis vacaciones de verano los he pasado en Calatayud. Me asigne la tarea de reformar dos habitaciones de la casa donde vive mi tía con mi madre.

Y dicho y hecho. Pedí ayuda para retirar los viejos muebles que ya estaban en muy estado. Pinté las dos estancias, compré muebles nuevos en Ikea y, con mucha ayuda, los monté.

El trabajo ha sido enorme. Pero lo que me ha llamado más la atención es comprobar la tendencia que tienen mi madre y mi tía a ver solamente lo negativo de cada situación. Atrayendo, dicho sea de paso, esta negatividad a tal situación, cualquiera que esta sea. 

Yo ya se que estar de reformas en casa agobia. A mí tampoco me hace gracia alguna tener todo extendido por la casa pero, a veces, no hay más remedio porque si lo viejo no sale lo nuevo no puede entrar. Es pura lógica.

Bueno, pues a pesar de que yo me he encargado de todo, no han parado de protestar en todos los días que ha durado la reforma. 
Si se tenían que venir a dormir a mi casa protestaban, si se iban a la suya protestaban, si hacía calor protestaban, si refrescaba cuando llovía protestaban.

Lo suyo es estar enquistadas en la víctima. Me han dado unos días de órdago.

El día que empecé a pintar hacía un  calor de muerte, pero en vez de pensar, al dar el primer brochazo "yo no puedo con esto" yo pensaba "ya me falta menos para terminar". Y ellas " madre que trabajo más grande. Si no vas a poder con ello". Cuando empece a montar muebles intenté organizar todos los tornillos, piezas, etc... para seguir bien las instrucciones y lo único que se les ocurría era decir:   " maña cuanto tornillo, pues si que es difícil esto".

Parece una tontería, pero todo junto me llevo a observar la incapacidad que tienen ambas para disfrutar porque lo único que hacen es atraer con sus pensamientos y sus palabras todo lo negativo a sus vidas.

Se han convertido en dos personas incapaces de disfrutar. Cuando todo acabó, el resultado mereció la pena. Las habitaciones han quedado, para mí, magníficas. Yo me sentía eufórica, y por supuesto orgullosa del esfuerzo. Y, aun hoy,  me siento totalmente recompensada con el resultado. Ha merecido la pena.
En cambio ellas siguieron sacándole peros a la situación. Y NO DISFRUTARON ni del momento,ni del resultado,  ni en consecuencia de nada en sus vidas.

Con solo haber dicho una palabra:"GRACIAS" la situación hubiera sido totalmente diferente.Y ya no por mí sino por ellas. Sentirse agradecidas les puede cambiar la vida. Es una pena que no lo vean.

Bueno, después de estas "vacaciones" yo he llegado a dos conclusiones: que el próximo año me plantearé de manera muy diferente las vacaciones y que, cuando pongan en la tele Bricomanía y Decogarden la voy a apagar.



A partir de ahora os invito a pensar en como cambiando solamente una palabra en una sencilla frase podemos cambiar por completo una situación.

Un abrazo y buen verano. A disfrutar.






lunes, 8 de junio de 2015




EL ARTE DE SABER ESTAR

La teoría dice que en el Universo cada cual tenemos un sitio reservado, bien; esto ya lo sabíamos. Y que si cedemos ese sitio a otras personas nos quedamos sin él porque en el Universo no se permiten sitios vacíos. También lo sabíamos.

Lo que, hasta ahora, todavía no habíamos comentado, es otra de las conclusiones lógicas que se desprenden de esta afirmación. 

El lugar que cada uno de nosotros tenemos es, sin lugar a dudas, el único sitio donde podremos desarrollar nuestro potencial al 100 por 100. Ese sitio es donde tenemos que estar, donde realmente nos sentimos bien. Dicho de otro modo, si nos ajustamos a ese sitio no meteremos la pata.

Pondré un ejemplo para que se me pueda entender.

Ya hace un tiempo que soy asidua de un Spa y Gimnasio que hay en un hotel cerca de donde vivo.
Llegué allí por recomendación de una amiga que me invitó a ir con ella, lo probé y me encantó.
El entorno donde está enclavado el hotel es idílico. Hay una pequeña cala que mira a la Costa Brava donde sin duda todos desearíamos perdernos alguna vez.

Las instalaciones son ideales. El horario me va perfecto. Etc, etc .... Y decidí hacerme socia de tal maravilla.

Dicho así parece que todo es normal, pues no, hay una cosa que queda por comentar: el personal que atiende el Spa. Esa es la verdadera razón por lo que sigo frecuentándoles.

Cuando conocí a las chicas del Spa lo primero que me llamó la atención es algo que muy pocas veces me había encontrado: su SABER ESTAR. 

Son SERVICIALES pero sin llegar a ser SERVILES. Cosa que, dicho sea de paso, a mí me molesta un montón. Eso de que vayas a algún sitio y tengas detrás al pesado de turno que no para de seguirte preguntándote constantemente si todo está a tu gusto, como si esperara una propina o un halago cada 5 segundos no lo soporto.

Mis chicas (espero que perdonen este atrevimiento) son geniales. Están siempre atentas a cualquier cosa que necesite el cliente pero sin invadir su intimidad. Nos dejan disfrutar del momento haciendo que la experiencia sea estupenda. Cada día me maravillo más de como desempeñan su trabajo. 

La educación y la exquisitez regada con una gran dosis de sencillez es su sello.

Bueno, por si a estas alturas del artículo alguien no se ha dado cuenta, lo expresaré sin más tapujos: SOY SU FAN Nº 1.

Las he visto salir de situaciones complicadas, provocadas por gente maleducada, siempre con una sonrisa. 

Eso es, para mí, ocupar el sitio que cada uno tenemos en el Universo. Eso es SABER ESTAR.

Parece sencillo y, sobre todo, algo cotidiano eso de que todo el mundo debería saber estar siempre. Pues lamentablemente no lo es. Hay gente que abusa de, lo que piensan, que es una situación privilegiada dentro de un determinado contexto, para sacar a relucir la frustación y la rabía que llevan dentro y que, no han sabido gestionar. Y casi siempre terminan "maltratando" al que creen más débil, como si eso les hiciera más fuertes a ellos.

Nada más lejos de la realidad. Maltratar, ya sea con hechos o con palabras, al que crees más débil que tu es NO SABER ESTAR. Es una verdadera gilipollez.

Sobre todo, la gente que trabajamos de cara al público, nos encontramos a diario con ejemplos que corroboran esta teoría. Tenemos que aguantar al típico y tópico enteradillo que cree que sabe más que tú porque le han dicho que ..., o al maleducado que se piensa que lo tienes que soportar porque es tu trabajo y se pasa dándote un rato la tabarra, y, lo mejor, esos yayos porculeros que, a veces, van más pasados de años que de pastillas (siempre con receta claro está) y que piensan que porque ya están de vuelta con la vida le pueden faltar al respeto a todo el mundo porque la edad les da la inmunidad suficiente para que no les pase nunca nada.

Tengas la edad que tengas, sepas lo que sepas o creas saber, da igual, SABER ESTAR es no dejar de ocupar nunca el lugar que te corresponde.
 Tratar a los demás como te gustaría que te trataran a ti y, sobre todo y ante todo, no perder, bajo ninguna circunstancia las formas, el decoro y la buena educación. Piensa cómo te gustaría que te trataran a ti si estuvieras en el lugar de la otra persona.

No es más listo el que se cuela en el metro sin pagar, ni el que trata a patadas al inmigrante de la esquina de su barrio, ni el que se lleva los albornoces, o hasta las patas de las camas de un hotel, sino el que se pone en el lugar del otro y, aunque solo sea, le intenta comprender por unos segundos.

La asertividad mezclada con la gratitud me parece una receta inmejorable para cultivar ese saber estar tan escaso es estos tiempos. 

Intento cultivar el arte de saber estar cada día, y, por supuesto, os animo a que observeis los ejemplos que todos tenemos a nuestro alrededor, de esa gente que lo borda. Nos están dando a todos un gran ejemplo.

Un abrazo enorme, y, una vez más GRACIAS.


Pst: El hotel del que os hablo es HOTEL PARK SAN JORGE de Platja d'Aro.





martes, 12 de mayo de 2015

Son las 4 de la mañana. Si, es esa hora. No puedo dormir. He pasado ...


 SOLEDAD



LA FORTALEZA, QUE ES MI SAGRADO TEMPLO,
SABE DE MIS GRANDES SUFRIMIENTOS
PERO CALLA SIGILOSA ANTE LOS GUARDIANES DEL DESEO
HACIÉNDOME PARECER UNA ATALAYA INFRANQUEABLE

MI CASTILLO INTERIOR SE DESVANECE,
POCO A POCO LA CARCOMA DEL DESAMOR LO VA CONSUMIENDO
Y, AUNQUE, TODAVÍA GUARDARÁN LOS AÑOS SU FINA ESTAMPA,
POR LA QUE SE DISTINGUE LA NOBLEZA,
POR DENTRO VAN MERMÁNDOSE MIS FUERZAS.

LOS CABALLEROS DE CAMELOT SE HAN IDO
Y CON ELLOS DESAPARECIERON LAS QUIMERAS,
LOS DESEOS BONDADOSOS DEL REY ARTURO,
SU UTOPÍA DE LIBERACIÓN Y SU GINEBRA.

NADA QUEDA PUES ...
NI EN CAMELOT NI EN MI ATORMENTADA ALMA
SÓLO EL VIENTO QUE SOPLA FURIOSO,
Y MIS FUERZAS QUE SE UNEN A LOS FANTASMAS,
QUE TAMBIÉN DESAPARECEN.

SOLA QUEDO PUES, ABANDONADA
MUERTA Y FELIZ
PORQUE POR FIN HA LLEGADO EL FINAL
¡ DICHOSO SEA!


Curiosamente siempre creí, cuando escribí este poema, que trataba sobre la soledad. Pero últimamente he visto claro que no, que de lo que verdaderamente trata es sobre EL ABANDONO.

El abandono es, y ha sido siempre, uno de mis caballos de batalla. La sensación de abandono me ha acompañado durante gran parte de mi vida. He llegado a descubrir que asocio esa sensación al fracaso. Quizá se deba a que, cuando era pequeña, siempre me decían que si me portaba mal me quedaría sola. Que nadie me querría.
Por eso también asocio no tener pareja a estar abandonada y por consiguiente, fracasada.

En mis grandes pesadillas siempre estoy sola, o mejor dicho abandonada.

Si rememoro años atrás, es verdad, que gran parte de mi vida la he pasado sola. Nunca he sentido el apoyo de los que me rodeaban. En mi familia no sabían que hacer con las emociones. Yo, a menudo, cuento que en mi casa se podía tener el sarampión pero no se podía tener la moral baja, porque con el sarampión te llevaban al médico pero con la moral baja no sabían que hacer.

La solución era dejarte sola y fingir que no pasaba nada porque lo que no se ve no está y si no está no te tienes que preocupar por ello.

Nadie les enseño a sentir y, mucho menos, a gestionar lo que sentían. Y aprendieron a sobrellevar el tema haciendo ver que los sentimientos no eran importantes, así no se tenían que preocupar en exceso.

Con los años ( y después de muchas terapias) he llegado a descubrir que hay una diferencia abismal entre soledad y abandono.

A mí, la soledad me ha hecho más fuerte. Convivo armoniosamente con ella a diario y, no os miento, cuando os digo que he aprendido a disfrutarla tanto que, si ahora me faltara, no podría vivir sin ella.

Todos estos escritos vienen de ella y se desarrollan en ella.

Cuando hice las paces conmigo misma también hice las paces con mi soledad, que al fin y al cabo, es un reflejo casi exacto de mi misma, de mi interior. No temo estar sola. A veces hasta lo prefiero.

La soledad se ha convertido en un improvisado refugio que me acoge cada vez que lo necesito.

El abandono, en cambio, sigo aprendiendo a gestionarlo. Sobre todo por esa asociación que os comentaba con el fracaso. Es bueno saber de donde vienen las cosas porque así nos resulta mucho menos doloroso resolverlas, atar los cabos sueltos, hasta poder curarlas.

Bueno, pues esto es todo por hoy. Espero que os sirvan estas reflexiones tanto como me han servido a mí. Un abrazo y ... una vez más GRACIAS. Quedo aquí en soledad.





lunes, 13 de abril de 2015




POLOS OPUESTOS






CREO QUE YA HE ESTADO EN EL INFIERNO...
CUANDO PROBÉ LAS MIELES DEL PARAÍSO.

PUES NO PUEDE SER ETERNAMENTE FELIZ,
EL QUE NO HA BAJADO AL POZO DE LA TRISTEZA
EL QUE NO HA SUFRIDO LA PICADURA DE LA MELANCOLÍA
EL QUE NO HA EXPERIMENTADO LA LOCURA DE LA INCERTIDUMBRE

NI PUEDE SER ETERNAMENTE DESDICHADO,
EL QUE NUNCA HA ENFERMADO DE PASIÓN
NI SE HA VISTO DESBORDADO POR EL CARIÑO
NI TAN SIQUIERA HA LLORADO DE ALEGRÍA.

PARA SABER REIR ANTES HAY QUE APRENDER A NO LLORAR
ASÍ PUES,
PARA SUFRIR... ANTES HABRÁ QUE VACUNARSE PARA SER FELIZ.



La poesía para mí es algo especial. Creo que se expresan mejor los sentimiento en verso que en prosa. 
Por eso, he comenzado este artículo con una poesía que escribí ya hace un buen tiempo.

Cómo indica el título (polos opuestos), a lo largo de nuestra vida experimentamos alegrías y tristezas, y no sólo en situaciones diferentes, sino  que muchas veces, es una misma situación la que nos produce sensaciones que son a la vez amargas y dulces.

He querido muchas veces quedarme sólo con lo bueno de algunas cosas, pero, con el tiempo he comprendido que todo: lo bueno y lo no tan bueno, forma parte de un mismo conjunto y que, lo uno sin lo otro no podría existir.

Por ejemplo, cuando pienso en mi próximo traslado me invade una  sensación agridulce al pensar en una posible despedida, aunque sea para un  futuro presumiblemente mejor que yo he elegido libremente.  Seguro que me va a resultar duro dejar atrás tanta gente a la que he llegado a querer aquí, tantos recuerdos y tantas cosas ... Seguro que me acordaré a diario de lo que he disfrutado y sufrido aquí, a veces sola y otras muchas veces en compañía.

A todas las personas que me rodean ahora y que, emocionadamente, no quieren verme marchar porque me van a echar mucho de menos...GRACIAS. Y a todas aquellas que están deseando que me vaya de una puñet...... vez también GRACIAS. Todas forman parte de mi vida y yo formo parte de la suya, eso es .... inevitable. A lo largo de estos años he compartido lo bueno y lo no tan bueno que hay en mí, espero dejar un recuerdo en aquellos cuyas vidas se toparon algún día con la mía.

Lo bueno y lo no tan bueno forman parte de un mismo tandem y, yo creo, que se dan a la vez para que, precisamente por ser opuestos, podamos compensar las emociones y los sentimientos que nos provocan esas situaciones.


Gracias a todos una vez más por leer estas líneas.
 







martes, 17 de marzo de 2015



LOS CAMBIOS


El primer cambio que se produce en nuestra vida es el nacimiento, y en consecuencia; todos los sucesivos cambios que experimentemos en nuestra vida serán, identicamente igual a este.

Me explicaré mejor poniendo un ejemplo concreto: yo nací dos días más tarde de lo que estaba previsto, mi madre no era, ni mucho menos joven ni preparada para el proceso, con un rodaje en partos digamos que no muy agradable puesto que su primer hijo murió al nacer, lo que conlleva un miedo intrínseco a repetir la mala experiencia. Eso añadido a que la medicina era más arcaica en aquellos años nos lleva a pensar que, yo, indirectamente sufrí bastante en el alumbramiento, incluso diría más, mucho antes del parto.

Con lo cual, si todos los cambios de mi vida, a partir del de mi nacimiento, yo repito lo que sentí entonces, nos encontramos con que aborrezco los cambios.

Pero ¿qué hago? Si una cosa está segura en la vida, es que todo está siempre en constante cambio, en constante movimiento. Es decir, que según esta lógica, o me adapto lo mejor posible a los cambios o voy a estar "jodida" toda mi vida.

¿Cómo puedo adaptarme bien a los cambios con el bagaje que llevo a mis espaldas?

¿Cómo puedo olvidarme de todo aquello que mi mente y mi cuerpo asocia cuando hay un cambio, por pequeño que sea, en mi vida? ¿Se puede "curar" esta tendencia? 
¿Dónde está la clavija que hay que pulsar para que todo esto cambie?

Bueno, creo que tengo una ligera idea de como puedo responder a estas preguntas.

La clave está en la frase metafísica que dice: "Conoced la verdad y ésta os hará libres"


Es decir; si se que me pasa cuando se produce un cambio en mi vida, reconoceré, al sentir los síntomas, que se está produciendo un cambio, por lo cual, no me asustaré cuando mi cuerpo repita las mismas emociones siempre. Tampoco me asustaré ni dramatizaré la situación, puesto que, ya sabré lo que está pasando.

Y si a esto le añadimos que puedo poner en práctica muchos de los "trucos" que he aprendido durante todos estos años el resultado es que los cambios, no es que hayan dejado de afectarme, sino que los puedo llevar mucho mejor que antes aunque, tengo que reconocer que, me pilla por sorpresa y no lo llevo tan bien como quisiera.

Unos de esos trucos a los que me refiero es la risa. Creedme parece una tontería pero es de lo más efectivo.
Reirte de la situación como si la vieras en perspectiva, como si estuviera lo más lejos posible de ti, eso hace que no te involucres tanto y te deja actuar mucho mejor.

Pero lo que más efectivo resulta es : DEJAR FLUIR. Si, es verdad, también es lo más difícil, que tienes que tener una serenidad muy afinada, una calma precisa y, un conjunto de circunstancias demasiado precisas para que se den todas juntas, por eso es muy poco común. Aunque si tú propicias todas las circunstancias posibles para alcanzar esa paz puedes conseguirla.


Vale, y ahora a ponerlo en práctica: 
En estos últimos días, en mi trabajo, hemos cambiado de jefe tres veces en el último año. Eso quiere decir que, cuando ya te has acostumbrado a como quiere las cosas uno viene otro, y "donde dice digo digo Diego" y todo porque el anterior ha dicho "digo" y yo tengo que hacerme respetar y tengo que decir otra cosa.

 Los compañeros también han cambiado, pues unos se van y vienen otros nuevos, es decir; mi entorno más conocido está en constante movimiento. Pero un movimiento rápido, de ese que no te da tiempo a acostumbrarte a la nueva situación que ésta ya está cambiando.

Mi situación en el trabajo, es verdad, que no más allá que adaptarme a los cambios dejando fluir lo más posible. Es decir, tengo que pensar en mí primero de todo, después intentar adaptarme teniéndo en cuenta mi particular idea del cambio, pero sin perder de vista la realidad y sabiéndo como se que mis patrones del pasado me harán ver una realidad que no es correcta.

Bueno pues manos a la obra. A seguir avanzando en el camino poco a poco.

Un abrazo a todos. Gracias.


lunes, 16 de febrero de 2015


 


Hoy me gustaría hablar, de algo que es fundamental en la vida de los seres humanos, pero, en cambio; poco o casi nunca nos paramos a pensar en ello. LA RISA.

El ser humano es el único animal que tiene sentido del humor. Pero a pesar de ello casi nunca se esmera en practicarlo, y, es más  siempre lo obvia. ¿Por qué tenemos que ser casi siempre tan negativos?
Si, puede que un día todo nos parezca gracioso, puede que nos riamos a carcajadas de vez en cuando, ¿pero sólo eso?

Yo creo que podemos valernos del sentido del humor, y de su manifestación más evidente LA RISA como tamiz de todas nuestras preocupaciones diarias.

Me explicaré mejor: ¿qué tal si la próxima vez que creas que algo te está agobiando intentas poner una sonrisa en tu cara? O, aún mejor, inventa (dibuja, mira, etc...) ten presente por un momento algo que te parezca total y absolutamente absurdo.

Lo siguiente es observar como tu mente parece que ha sufrido un "shock", un auténtico y maravilloso shock que ha desviado por completo toda esa corriente de preocupación hacía otro sitio y, que además, te va a permitir, aunque sólo sea un instante, enfocar hacia otro lado, y en consecuencia, tomar perspectiva de la realidad. Así pues, esta (realidad) y la preocupación que estabas experimentando se alejan de ti en un sólo instante permitiendo así que veas que todo no es como pensaste en ese instante negro de ofuscación en el que estabas irremediablemente inmerso hace sólo un momento. 

En la vida hay soluciones para casi todo, lo que pasa es que, la mayoría de las veces, no las vemos porque nuestra mente no está enfocando al lugar correcto.

Os contaré un episodio que me pasó estas Navidades.

Estaba en casa de mi madre muy agobiada, me había hecho un comentario, que aunque a primera vista fuera una tontería, había logrado hundirme. No paraba de darle vueltas al tema, y aunque sabía que pensar en ello sólo me llevaría a estar cada vez peor y me esforzaba por centrar mis pensamientos en otra cosa, no lo estaba logrando. Sentía como la angustía, la frustación, la rabía y que sabe cuantas emociones más se apoderaban de mi mente y pugnaban por derribar mi bienestar. No sabía como parar esa corriente de negatividad, y .... entonces sono en el móvil un swachup, lo abrí y era una imagen, pero no la típica y tópica imagen navideña (de las que tanto abundan en esas fechas), no, era una monita que se estaba pintando los labios mientras se miraba a un espejo. 

Si, al principio pensé ¿qué tiene que ver esto con la Navidad? Pero, al instante, empecé a reirme a carcajadas. Me parecía tan absurdo como imagen navideña que comencé a reirme a carcajadas. Y curiosamente, al mismo tiempo que no podía parar de reirme, fui observando como toda la frustación que sentía se disolvía mansamente en esa carcajada que me salía espontanea.
Me di cuenta que, esa bendita mona pintandose los labios, o mejor, dicho, lo absurdo que parecía me habían dado la clave para salir del agujero en el que me encontraba. LA RISA.

Ahí nació la idea de este artículo, que va ligado a otra idea más importante: mantener esa risa y su significado, LA RISA COMO BALSAMO, como borrador de las frustaciones, los enfados, y en definitiva, todo aquello que nos hace sentirnos desgraciadas aunque sólo sea por un momento.

Todos estos días he intentado cultivar esa sensación, he intentado tomarme con humor situaciones que antes me hacían daño, o que no eran todo lo gratificantes que yo hubiera querido, y curiosamente funciona porque la risa tiene el don de quitarle el dramatismo a la situación y, a la vez, nos da tiempo para tomar perspectiva y ver otra lado de esa situación.

Como siempre os agradecería que NO os creaís nada de lo que yo pueda contaos sin más.
COMPROBADLO por vosotras mismas y, ya de paso, no porque os lo pueda sugerir yo sino porque, como esa monita de los labios pintados, a veces, lo más absurdo es lo que obtiene los mejores resultados.

Un saludo a todos y hasta pronto.


lunes, 19 de enero de 2015

          
        Hoy me gustaría hablaros de: LA PACIENCIA.


Reconozco que no es uno de mis fuertes. Es decir; que todavía tengo mucho que trabajar en ello. Y cuando digo mucho tendría que decir muchísimo en realidad.

Soy una de esas personas a las que les gusta que todo salga "bien" a la primera, una de esas que va por la vida con su propia velocidad, y que no me gusta mucho adaptarla a la del entorno. Soy, en resumidas cuentas, una de esas personas que siente que el mundo no se mueve a la velocidad que a mi me gustaría; o dicho de otra manera: soy IMPACIENTE.

Ser impaciente,  puede ser un problema porque, la mayoría de las veces, el mundo exterior lleva su propio ritmo y las cosas no acontecen antes por mucho que una lo desee. Esto trae como consecuencia, una rabia terrible e irracional, porque por más que yo me empeñe, (y creédme que me empeño), lo que vaya a suceder sucederá al ritmo que tenga que ser y no al que a mí me gustaría.

Esa manía de que todo tiene que ser YA es un fastidio. Y no solo para mí misma sino para todo el que me rodea porque mi impaciencia logra alterarme el carácter y, aunque trato de impedirlo por todos los medios, puede llegar a afectar a la gente que me rodea.

A veces pienso que los demás hacen las cosas tan lentas para fastidiarme, otras que todo iría mejor si todo el mundo fuera a mi ritmo y no al suyo propio, y todo ello forma un cóctel molotov en mi cabeza que acaba amargándome el día. ES DEL TODO IRRACIONAL.

Ya lo se. Cuando logro calmarme comprendo que todo esto es irracional.

La gente lleva su propio ritmo. Todos tenemos un ritmo propio. Y, es más, hasta el Universo lleva un ritmo propio y específico que además tiene que ser ese ritmo y no otro para que todo funcione como un reloj. 

Todo forma parte de un carácter inflexible que me impide adaptarme con facilidad al entorno que me rodea. Y en muy alto grado, si me dejara llevar, podría llegar a agriarme el carácter.

Está en mi empeño trabajar sobre esto poniendo cada vez más hincapie en racionalizar estos impulsos, de tal manera, que me afecten cada vez menos en mi vida cotidiana. Esto es, racionalizar impulsos y, sobre todo, comprender de primera mano que tengo (y sobre todo quiero) entender que todo el mundo tiene un ritmo diferente y que por eso no se hunde el mundo. Solo hay que ESPERAR a que las cosas se pongan en su sitio.

Las cosas no solo son de una manera, hay miles de maneras de ser y actuar en la vida y TODAS son igual de válidas. 

Todos tenemos ritmos diferentes y la clave únicamente está en saber acompasarse al ritmo de nuestro entorno. Cosa que no es fácil ni mucho menos pero si posible y aconsejable.

Respirar y pensar es la clave. 

Animaros a probarlo amigos míos. Yo por mi parte yo sigo en ello. Y seguiré trabajando hasta conseguirlo. 
Un saludo y hasta pronto.